El realismo fantástico ciertamente pertenece a la literatura fantástica, aunque posee sus propias características: el argumento es un hecho real, al cual se le agrega un "ingrediente ilusorio o fantasioso". Los personajes de este tipo de relatos provienen de la cultura de los pueblos, sus supersticiones, sus tradiciones, su folklore, sus leyendas, su historia, es decir, su idiosincrasia, y a la vez se proyectan generalmente a épocas posteriores, mezclando sentimientos reales con hechos futuristas, por ende, ficticios.
Ahora dejando a un lado todos los conceptos, cito el caso del cuento que leí muy tarde para mi gusto, pero lo alcancé a disfrutar en su totalidad, Carta a una señorita en París, cuento de Cortázar que apela al movimiento antes mencionado, en el cual el hecho, a mi parecer mas sorprendente, es el que la protagonista pueda vomitar conejitos.
"..espero a sentir en la garganta la pelusa tibia que sube como una efervescencia de sal de frutas. Todo es veloz e higiénico, transcurre en un brevísimo instante. Saco los dedos de la boca, y en ellos traigo sujeto por las orejas a un conejito blanco..."
Es tan impresionante como se trata el tema con la naturalidad de un hecho cotidiano, al simplemente describir como un conejito blanco sale por la garganta de la muchacha, y las circunstancias que tiene que pasar por este percance.
El cuento mencionado es muy sugerente ya que al llegar al final, el lector llega a la interpretación de que lo que la protagonista escribe es una carta de despedida, y al mismo tiempo de disculpas para con la dueña de casa. El final sorprendente que nos ofrece Cortázar es el suicidio de la muchacha y la intriga de un desenlace hábilmente logrado.
^^
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