domingo, 27 de enero de 2008

Vive, sueña y siente el Centro Histórico


La magia de sus paredes, las historias de sus calles, la alegría y picardía de sus fieles visitantes, las dulcerías, el palacio, la casa 1021, las iglesias y millones de cosas más, crean ese maravilloso mundo tan olvidado por algunos y tan recordado por otros. Este lugar lleno de anécdotas y vidas apasionadas es nuestro hermoso: Centro Histórico.

Al visitarlo, te sumerges en lo antiguo, en lo noble, en las leyenda; en fin, en un mundo mágico donde todo podría pasar. Este lugar es tan maravilloso que Quito sin él, no sería (literalmente) el patrimonio que es.

Uno cuando llega y escucha a las “palomas caídas”; como vulgarmente llaman a los viejitos de la plaza grande, le dan ganas de estar en esos bailes de gala, ver a esas mujeres tan hermosas con esos vestidos de fiesta, jugar cocos o “pepos” con los amigos y poder apreciar todo lo que nos regala este lugar en vez de olvidarlo cada día.

Casi la mayoría de quiteños no tienen idea de lo que tienen ante sus ojos y por ello no lo aprovechan. Es por eso que nadie tiene idea de las placas que existen por ahí ni de las historias tan increíbles que han sucedido.

Solo puedo decir que es otro mundo. Un mundo mágico en el que lo más inesperado podría pasar, en el que se pueden ver las historia y en el que podemos aprender mucho más quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos.

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